Investigar en la Práctica

     A estas alturas, ya todos y todas deben haber cumplido un mínimo de horas de observación de aula (participante o no) en clases de lengua y literatura. Ahora debemos comenzar a preguntarnos (y a respondernos con honestidad y rigor): ¿Cuál fue el propósito de esta actividad? ¿Qué sentido o significado le otorgaré? ¿Con cuánta información recogida cuento? ¿Para qué la voy a emplear? ¿Cómo socializaré, consensuaré, mis datos  con los otros integrantes de mi equipo de trabajo?, ¿Qué asuntos o situaciones llaman más mi atención? ¿Puedo convertirlos en posibles problemas de investigación?, entre otros interrogantes. Debe quedar claro que en este momento no vamos a desarrollar una investigación en forma plena, pero estamos dando los pasos iniciales  (los pininos).
     Por supuesto que, como  toda actividad intelectual, esta tarea supone demandas, dificultades y que pongamos a prueba y saquemos el máximo provecho a nuestras habilidades y destrezas, apoyados en metodologías que orienten nuestras actuaciones. Con el fin de que cuenten con orientaciones teóricas básicas (sobre cuyos temas, ustedes deben continuar ampliando y profundizando), se les remite a las siguientes lecturas, que aun cuando no agotan temas, nos ubican en aspectos centrales acerca de la investigación:

Razones para investigar e innovar


Investigación y proceso: un ejemplo

     En donde están estos materiales conseguirán otros.
     Les recuerdo que ya en nuestro blog se publicaron:
1.       Técnicas e instrumentos de observación de clases y su aplicación en el desarrollo de proyectos de investigación reflexiva en el aula y de autoevaluación del proceso docente, de:  Esther Gutiérrez Quintana (Busquen en “Para las tareas de Práctica Profesional”)


San Antonio de Los Altos, 26 de junio de 2013

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