La pregunta en la clase



UNIVERSIDAD DE LOS ANDES-TÁCHIRA


DR. PEDRO RINCÓN GUTIÉRREZ

DEPARTAMENTO DE PEDAGOGÍA

ÁREA: FORMACIÓN DOCENTE

ASIGNATURA:

PRÁCTICA PROFESIONAL II. METODOLOGÍAS DE LA ENSEÑANZA

 


ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA DE LA LENGUA Y LA LITERATURA:

Técnica de la pregunta



     La interacción didáctica, definida como “el conjunto de relaciones y procesos comunicativos que se construyen entre profesor/a y alumnos/as y de éstos entre sí al realizar los procesos formativos en situaciones educativas formales y no formales” (Medina Rivilla, 1995; p.144), supone la necesidad de conocer lo que otros piensan, sus sentimientos y, además, de ayudar a confrontar, replantear y desarrollar las ideas, entender el propio pensamiento, promover la participación, aprender las implicaciones de un acto o idea (López Frías, 2000; p. 53).  La pregunta juega un importante papel en este proceso, pues ayuda a la definición de problemas, a inferir, comparar, formular hipótesis, extraer reglas y principios. De allí, la necesidad de incorporar y manejar técnicas para preguntar que conduzcan a elevar el nivel cognitivo, estimular  la actitud cuestionadora y, en consecuencia, al  pleno desarrollo del pensamiento crítico.
     En tal sentido, Bartholomew y Sánchez (en López Frías, 2000; pp. 53-54) plantean  la siguiente  clasificación de preguntas:
Preguntas limitadas
(bajo nivel de pensamiento)
De memoria cognoscitiva: intentan obtener información que el alumno aprendió de memoria, como una palabra, el nombre de algo o definir un término.
Convergentes: requieren un poco más de elaboración pues se debe construir una respuesta, aunque ésta no difiere sustancialmente entre los alumnos. Ej.: relatar un hecho, comparar un objeto o idea.
Preguntas amplias
(nivel de pensamiento más elevado)

Divergentes: se obtienen respuestas diversas que pueden ser aceptables, creativas imaginativas y originales.
Evaluativas: dirigidas a que el alumno exprese juicios, haga valoraciones y formule argumentos para defender una posición.
Trascendentes: constituyen interrogantes acerca del conocimiento de lo que se sabe o se conoce. Ej.: ¿Cuál fue el procedimiento que seguiste para resolver el problema?

      Por su parte, King y Thorpe (Op. Cit., p.55) categorizar las preguntas en cuatro niveles que, según estos autores, representan los niveles de pensamiento.
Preguntas de definición
¿Qué es (son)…? ¿Quién…? ¿Cuándo…? ¿Cuánto…? ¿Cuál es un ejemplo de…?
Preguntas de análisis
¿Cómo…? ¿Por qué…? ¿Cuáles son las razones para…? ¿Cuál es el proceso de…? ¿Cuáles son las causas o resultados de…? ¿Cómo hacer para aplicar a…? ¿Cuál es el principal argumento o tesis de…?
Preguntas de hipótesis
Si ocurre…¿entonces qué pasa?  Si hubiera pasado… ¿entonces qué sería diferente? ¿Qué es lo que la teoría X predice que ocurrirá…?
Preguntas de evaluación
¿Es…bueno o malo? ¿…correcto o incorrecto…? ¿Cuáles son las ventajas o desventajas de…?  ¿Estás de acuerdo o en desacuerdo…? ¿Cuál es tu opinión?

     De igual forma, Martínez (1991) presenta esta tipología:

Preguntas dirigidas hacia el proceso:
¿Cómo lo has hecho? ¿Qué estrategias has usado para resolverlo? ¿Qué dificultades has encontrado y cómo las has resuelto?
Preguntas que requieren precisión y exactitud
¿De qué otra manera se podría haber hecho? ¿Hay otras opciones? ¿Estás seguro(a) de tu afirmación? ¿Quieres precisar más la respuesta?

Preguntas abiertas para el pensamiento divergente?
¿Hay alguna otra solución o respuesta? ¿Cómo ha resuelto cada uno la dificultad? ¿Qué harías tú en situaciones semejantes? ¿Por qué cada uno tiene respuestas distintas?
Preguntas que llevan a elegir estrategias distintas
¿Por qué has hecho eso así y no de otra manera? ¿Puede haber respuestas igualmente válidas? ¿¿Quieres discutir tu respuesta con la del compañero(a)? ¿Alguien ha pensado en una solución distinta?
Preguntas que llevan al razonamiento
Tu respuesta está muy bien, pero ¿Por qué…? ¿Por qué has escrito o dicho eso? ¿Qué tipo de razonamiento has utilizado? ¿Es lógico lo que afirmas?
Preguntas para comprobar hipótesis o insistir en el proceso
¿Puedes pensarlo mejor? Pruébalo, ¿Qué sucedería si en lugar de ese dato tomarás otro? ¿Cada uno tiene su hipótesis, ¿Vamos a comprobarlas?
Preguntas para motivar la generalización
¿Qué hacemos cuando comparamos, clasificamos…? ¿Cuándo se pone en práctica el principio que hemos estudiado? ¿Qué criterios hemos usado para…? ¿ A partir de estos ejemplos, ¿podemos deducir algún principio importante?
Preguntas para estimular la reflexión y controlar la impulsividad
¿Qué pasos te han sido necesarios para realizar la tarea? ¿A qué se ha debido tu equivocación? ¿Si lo hubieras hecho de otra forma, ¿Hubiera ido más o menos rápido? ¿Quieres repetir lo que has dicho? ¿Podrías demostrarlo?

     Se debe tener en cuenta que de acuerdo con la situación se formularán cierto tipo de preguntas y por lo tanto se desarrollarán diferentes tipos de procesos mentales.
      Propósitos de la aplicación de esta técnica (ver Manual del Docente de castellano y Literatura):

  • Interpretar una información.
  •  Orientar al grupo 
  • Crear un clima agradable 
  •   Iniciar y/o continuar un tema 
  •   Dar instrucciones 
  •   Orientar el aprendizaje de determinado propósito 
  •   Descubrir habilidades, destrezas, actitudes y aptitudes 
  •   Detectar logros 
  •   Conocer las diferencias individuales 
  •   Enriquecer el vocabulario 
  •   Desarrollar la capacidad de análisis de los alumnos 
  •   Evaluar el proceso 
  •   Promover la investigación

     De igual forma, es importante procesar las respuestas y proporcionar la retroinformación necesaria y estímulos o reconocimientos a la participación, aún cuando está  sea desacertada,  pues los desaciertos propician o crean oportunidades para el aprendizaje.
     Para concluir, cabe destacar que todo docente debe atender –durante los procesos de interacción didáctica- a la conformación de un clima social de aprendizaje favorable (Inostroza, 1996), de respeto, de acogida, de confianza y de comunicación.  Todo esto requiere que el educador posea un grado suficiente de confianza en sí mismo, flexibilidad mental, cualidades cambiantes de dirección y liderazgo, una personalidad abierta y saludable, alto sentido de responsabilidad. En fin, un dominio de los  aspectos sociales y emotivos que le permitan preparar a sus alumnos para una integración y participación plena y efectiva en la vida cívica y social.

Material reelaborado con fines de carácter didáctico por  Prof. Azael Eduardo Contreras (2013)

Referencias

Medina Rivilla, Antonio. (1995). La interacción didáctica base para la estrategia y el sistema metodológico del profesorado. En: Estrategias de enseñanza y aprendizaje con medios y tecnología. España: Editorial centro de Estudios Ramón Areces S.A.

López frías, Blanca Silvia. (2000). Pensamiento crítico y creativo. México: Trillas / ITEMS.

Martínez, J. M. (1991).  Metodología de la mediación en el P.E. I. (Apuntes). Madrid: Bruño.


Actividad:
Durante su  Ayudantía de Cátedra, identifique y elabore un inventario de preguntas formuladas por el Profesor Asesor en el desarrollo de la clase. Analícelas de acuerdo con las clasificaciones presentadas en este material. Reflexione sobre el impacto de las mismas en el proceso de enseñanza y aprendizaje.

San Cristóbal, 30 de junio de 2013

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