lunes, 28 de octubre de 2013

Y...¿Qué tal si estimulamos otros sentidos en nuestra clase de lengua ?


     Antes de adentrarnos en este caudal de información, te invitamos a que pinches aquí para ver este video. ADVERTENCIA: por nada del mundo dejes de verlo, no te arrepentirás...

     Entonces, ¿Te hizo pensar el video? Sí, es mucho lo que ya hemos hablado de las nuevas tecnologías y su aplicación en la enseñanza, en nuestro caso particular la enseñanza de la lengua y literatura; pero ¿realmente estamos asumiendo una apropiación de estas técnicas informáticas como estrategias metodológicas? Si se observa el abanico de métodos y estrategias que existen en el mundo de las TIC, nos quedamos con la boca abierta, solo está en nosotros el buscar, leer, y sobretodo curiosear lo que las redes nos proponen. Es por esto que no nos podemos quedar sólo en estas prácticas y reflexiones, sino asumir una actitud positiva de cambio ante la situación educativa en las aulas de clase. Recuerda NO son los equipos tecnológicos los que harán el cambio, somos NOSOTROS y el uso que hacemos de ellos.
 
 

      Ya anteriormente los compañeros Ranier y Kelenlly nos presentaban la oportunidad de enseñar  literatura a través de un medio auditivo; ahora, ¿Por qué no despertar el interés a través de otro sentido más? ¿Por qué no audiovisual? Te invitamos a ver este video:
 

     Las herramientas están; entonces ¿Las usaremos?, y ¿si dejamos de lado las tediosas clases de poesía, en las que sólo le damos importancia a la métrica, a la cantidad de versos y estrofas para ubicarlo en un estilo o género? Esto no quiere decir que no es relevante, sino que hay muchos medios más –como éste- que resultarían más interesantes a la hora de una clase. Todo está en la CREATIVIDAD y MOTIVACION que le pongamos a las cosas. Te motivamos con esta innovación, que lleves en un futuro no muy lejano, a tus alumnos a producir textos liricos a través de estos medios, caso particular,  la videopoesía. Aquí les dejamos unas videopoesías como ejemplo de este excelente trabajo: (VP1) (VP2)

                                                                                                                      (Margarita/Nohelia)

sábado, 26 de octubre de 2013

La palabra y la música


“Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado el sonido y el abecedario
Con él las palabras que pienso y declaro

Madre, amigo, hermano y luz alumbrando…”

                                            Gracias a la vida (Violeta de La Parra)

¿A qué se refiere esta entrada?
     Es un fragmento del poema de Violeta de la Parra (Chilena),  reconocido  como un himno humanista. Es tan completo que  abarca temas diversos como la importancia de la expresión,  la comunicación y lo que con ello se puede lograr, la diversidad humana.
                                                        ¡Escucha!
¿Por qué la canción?

     Porque el blog, es un espacio que está  abierto al intercambio de ideas y  pensamientos a través de la poesía, de la  música, que tengan como base resaltar la importancia de la lengua y la literatura.


                                                                                               María López / Erika Varela

jueves, 24 de octubre de 2013

¿Nuevas formas de enseñar lengua y literatura?... ¡TE LO TENGO!










http://lectoresaudaces.blogspot.com/2010/04/inaurata-banada-en-oro-o-que-cerca-esta.html

“No en vano algunas manifestaciones (…) de la publicidad usan y abusan de los estereotipos de lo literario en su afán de estimular cierto disfrute estético y en su obsesión por gozar en nuestras sociedades de un cierto prestigio cultural y artístico.” Carlos Lomas. Enseñar lengua y literatura para aprender a comunicar(se). 2006.

Nuestros profesores de lengua y literatura (esos que tú recuerdas y los que se hicieron olvidar), han pasado por alto el inmenso valor de contextualizar los contenidos y de relacionarlos con elementos cercanos y familiares como los medios de comunicación. Gran parte del tiempo de los jóvenes, está siendo ocupado por este fenómeno que, sin duda, les resultan más atractivos que la tradicional enseñanza de contenidos aislados. Por esta razón, no podemos ignorar la enorme influencia que ejercen sobre los estudiantes los llamados medios de comunicación y la necesaria conjugación de éstos con el proceso de enseñanza y aprendizaje de la lengua y literatura.
     En este sentido, la publicidad se nos presenta como un ejemplo perfecto para lograr dicho enlace. Se trataría de un acercamiento entre los estudiantes y los textos contenidos en estas formas de difusión. Al respecto, Lomas (2006) plantea que el fomento de la experiencia literaria “no debe conllevar el olvido de otras formas expresivas con las que la literatura guarda una innegable semejanza en cuanto a sus estrategias discursivas y a sus efectos estéticos” (p. 33); y, en este caso, la experiencia literaria del estudiante tendría como soporte los medios de comunicación (televisión, radio, periódico…). ¿Por qué seguirlos satanizando en lugar de “santificarlos” para lograr objetivos didácticos en las aulas?
     En esta ocasión, en aras de compartir con ustedes una novedosa forma de enseñar lengua y literatura, los remitimos a estas webs: CanalComunica  y MediaPublicidad con diferentes proyectos para trabajar aspectos sobre el mundo de la publicidad y la propaganda en las aulas como modelos orientadores para diseñar nuestros propios software interactivos. A través de estos, se busca mejorar las competencias lingüísticas de los estudiantes y fomentar en ellos la interpretación crítica de las imágenes que reciben constantemente por medio de la publicidad, siendo esto último (¿por qué no?) un tema tentativo para otra entrada…



                                                                                                  Cindy/ Diana

Docencia y habilidades comunicativas: ¿Cómo va esa dupla?

      


https://www.icrc.org/spa/assets/images/photos/2012/honduras-feature-photo4-2012-09-21.jpg



     En nuestro procesos de reflexión, análisis, discusión sobre los procesos didácticos en la enseñanza del español y la educación literaria, centramos nuestra preocupación en los niños, niñas y adolescentes. Preocupación legítima y justificada por cuanto seremos docentes en el nivel que atiende a este grupo etáreo (entre los 12 y 18 años).
     De momento, centraré la atención en los docentes; y no sólo en los docentes de la asignatura en cuestión, sino de todas las asignaturas. El desarrollo y fortalecimiento de la competencia comunicativa con todas sus habilidades (hablar - escuchar - leer - escribir) es un compromiso de todos, una responsabilidad compartida: todos los docentes son docentes de español. Afirma Luchetti (2005): "Además de su propio valor intrínseco, la lengua es fundamental para la funcionalidad de las restantes áreas. En la medida en que la lengua "atraviesa" todas las disciplinas, cuyo aprendizaje sería imposible sin valerse de ella, puede denominarse transversal".
     Ahora bien, ¿hasta qué punto los docentes en las instituciones escolares nos constituimos en agentes socializadores del uso de la lengua, modelos o referentes de competencia comunicativa? Es difícil de "medir", pero con un poco de curiosidad se puede constatar a partir de la observación directa en las escuelas. En la mañana de hoy, pregunté a una docente responsable de coordinar la biblioteca de un plantel educativo sobre cuántos docentes asistían a la biblioteca a preparar clases, seleccionar lecturas para recomendar a sus estudiantes, plantear sugerencias bibliohemerográficas para el trabajo académico institucional, desarrollar actividades de lectura dirigida en la biblioteca, leer por placer... La respuesta fue inmediata: ¡muy poquitos! En otras palabras, comentamos, los estudiantes no ven a sus profesores comportarse como lectores en la escuela. Lo cual nos llevó a otros interrogantes: ¿Leen los profesores fuera de la institución? ¿Qué leen? ¿Cómo leen? ¿Para qué leen?...
     Solicité a la subdirectora académica y a la coordinadora de Formación Docente textos escritos producidos por los profesores para su trabajo didáctico u otras actividades académicas; respuesta: ninguno... ¿escriben nuestros docentes? ¿Sobre qué escriben? ¿cómo escriben? ¿cuáles son sus enfoques y criterios al poner a sus estudiantes a escribir? También en nuestra conversación acerca de "lo humano y lo divino", se evidenciaron disfunciones comunicativas que manifiestan muchos docentes cuando se comunican oralmente con sus estudiantes, lo cual -en muchos casos- genera conflictos innecesarios, resistencias en los grupos, "problemas de indisciplina" e incluso de rendimiento académico (aunque la "culpa" siempre es de los estudiantes).
     Asimismo, emergió como tema la dificultad que se le plantea a los docentes al momento de establecer la vinculación de los contenidos (conceptuales, procedimentales, actitudinales) de unas asignaturas con otras, de presentar planificaciones e informes escritos, de elaborar carteleras... actividades estas que se soportan en la competencia comunicativa del docente.
     Mi intención no es juzgar, ni criticar a los docentes sino presentar un panorama (muy somero) que nos obliga a revisarnos, a evaluarnos con honestidad, pues -ya parece letanía- "nadie puede enseñar lo que no sabe". La invitación es, pues, a que continúen indagando sobre el asunto y pensando en qué situación (desde el punto de vista de mi competencia comunicativa) estoy yo y, además, que puedo aportar en el contexto en el que me desenvuelvo (hoy como estudiante de educación, mañana como profesional de la docencia en ejercicio). Para variar, me despido con un enlace relacionado con el tema (aquí) y - como siempre - quedo en espera de sus comentarios...




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Luchetti, E. (2005). Didáctica de la lengua. ¿Cómo aprender? ¿Cómo enseñar? Argentina: Bonum

Imagen: https://www.icrc.org/spa/assets/images/photos/2012/honduras-feature-photo4-2012-09-21.jpg

sábado, 19 de octubre de 2013

Se abre el abanico tecnológico: Lengua y Literatura a través del Podcast


Era un profe con recursos
con métodos y estrategias
con excelentes alumnos
y de joviales sonrisas
Yo lo vi, yo sí lo vi
Yo lo vi, yo sí lo vi
(Parodia de la canción venezolana "El espanto")

Si la vida te da limones…; y si te da recursos tecnológicos para el aprendizaje y el conocimiento, ¡úsalos! Justamente, partimos de esta última premisa, para presentarles una nueva sección en nuestro blog: los podcast educativos, pero… ¿Qué son y por qué nos conviene saberlo? Haz clic en el enlace anterior y averígualo.

Sin duda, cuando de promover habilidades lingüísticas en los estudiantes se trata (escuchar, leer, hablar y escribir), con prevalencia en las competencias comunicativas, los podcast nos vienen como anillo al dedo, además de ser útiles como un recurso didáctico, para desarrollar contenidos conceptuales de manera atractiva.

El único límite para aprovechar este recurso es nuestra imaginación. Para muestra un botón: hoy los dejamos con el primer podcast del blog, centrado en un cuento indígena venezolano de tradición oral, con énfasis en actividades para potenciar las habilidades creativas, comunicativas y lingüísticas en los estudiantes. El cuento se titula: El hombre, el tigre y la luna, cuyo autor es el escritor, cineasta y periodista Rafael Oramas.

Ilustración de El libro de la selva, realizada por Gabriel Pacheco.
Aporte: Pérez Ranier / Martínez kelenlly

jueves, 17 de octubre de 2013

De los riesgos y los libros


Hoy por la mañana, mientras limpiaba mi habitación y sacudía el polvo de mis libros, tropecé con El libro negro de Orhan Pamuk y fue imposible contener la sonrisa. Recuerdo que compré El libro negro por mera casualidad durante un viaje a Maracaibo, y que tenía frente a él ciertos prejuicios construidos a partir de opiniones ajenas, porque digamos que de Estambul sabía muy poco -que solía ser Constantinopla y creo que no voy más allá-, y conocía aún menos sobre los turcos. Así estaba, frente a casi setecientas temibles páginas de cultura e historia otomana contada por el ganador del nobel, indeciso, hasta que, armándome de coraje, me embarqué en la aventura que ofrecía Pamuk. Solo resta decir que El libro negro es uno de los mejores libros que he leído en la vida. Es perfecto. Uno de esos libros que capítulo a capítulo lo van obligando a uno a detener la lectura y a quedarse mirando al techo, o al cielo, o a donde sea, repitiéndose no sé qué palabras que no alcanzan a describir lo que se siente.
Hay libros que dejan de ser libros para convertirse en parte de la historia personal de cada uno de nosotros, que son capaces de abrir un nuevo camino en todo este viaje multiforme que llamamos literatura.
Pero bueno, volvamos a cuando me tropecé con El libro negro mientras limpiaba mi habitación. Lo primero que pensé fue en la posibilidad de haber renunciado a su lectura por culpa del miedo y la desidia que sentí la primera vez que estuve frente a él. Qué lamentable hubiera sido pasar de largo frente a algo que significó tanto para mí tan solo por no querer arriesgarme.
Por estos días mi apetito lector ha estado metido en un pozo de dudas que yo mismo no soy capaz de responder, y es que leer ha dejado de ser ese chorro de agua fría y fresca que me llena de ganas, rebusco entre las páginas y no consigo aquella pasión de antaño. Qué vacío el de aquellos que, frente a la literatura, no sienten nada. Pero no culpo a los libros ni me culpo a mí.
Entonces recuerdo la sorpresa que me llevé con el libro de Pamuk, y ese sentimiento de nostalgia, esa sonrisa cuando recuerdo lo que leí en él, es la mejor fórmula para espantar las dudas. Hay que entender que no todos los libros que leamos nos gustarán, y es que no todos los mundos ahí escondidos significan algo para nosotros. Pero hay libros que sí, hay libros que nos quitarán el aliento, y por esas ocasiones quizá constantes, quizá eventuales, en las que no puedes dejar de leer alguna historia, en las que te desvelas por saber qué pasará en la línea siguiente, vale la pena arriesgarse a abrir un libro nuevo, no importa cuál sea el resultado, porque al renunciar podríamos estarnos perdiendo de páginas en las que veremos reflejada alguna chispa de nuestra vida, de páginas que nos darán respuesta a quién sabe qué pregunta disparatada o que le pondrán nombre una sensación extraña que nos viene pellizcando la piel. Vale la pena seguir leyendo.
Hay libros malos que dejan un sabor acartonado en el paladar, que dejan la cabeza como recién salida de una resaca tremenda, que provoca tirar por la ventana del autobús, libros malos, malísimos, que están esperando la oportunidad para lanzarse sobre nosotros, pero no malos por eso que los críticos insisten en llamar “Calidad literaria”, estilo, fondo, forma, no, nada de eso. Su maldad consiste en que no son los indicados para calmar las ansias que estamos sintiendo, las ansias de nuestro apetito lector, entonces prefiero decir que no son malos, sino incorrectos. Pero no por ellos debemos privarnos de la serenidad que nos pueden brindar las aventuras de un libro, no importa de qué, un libro siempre será una aventura que si bien no fue escrita para nosotros, es nuestra, y que aunque -como es mi caso- suceda en Estambul, pareciera ocurrir en mi mesa de noche.
Siempre habrá un motivo con cara de libro que nos dé el empujón que necesitamos para seguir, así es que sigamos, sigamos leyendo, por curiosidad, por ganas, por valentía, no importa, pero tengamos por seguro que hay un libro esperándonos en algún lugar para hacer que se detenga nuestro día entre el techo, el papel, la vida y nosotros. 


Los saludan, Fernando y Daniel. Disfruten el video: Me gusta leer!

sábado, 5 de octubre de 2013

Leer para promover lectura



 "Lee y conducirás, no leas y serás conducido"
Santa Teresa de Jesús

     El epígrafe de Santa Teresa da "mucha tela que cortar" sobre el tema de la lectura y sus beneficios, su impacto, los fines de la lectura (en lo personal, lo social, lo profesional). En esta oportunidad, mi enfoque estará centrado en el papel que juega la lectura en el proceso de formación como docentes (y como docentes de lengua y literatura). Entre muchos roles que asumiremos en el aula, destaca el de promotor de lectura; en tal sentido, la fuerza, orientación, impacto y resultados de nuestras actuaciones  se fundamentarán en  la propia competencia lectora. La competencia lectora no se adquiere por obra de prodigios mágicos o místicos... supone un esfuerzo permanente, constancia, sistematización, toma de conciencia sobre los mecanismos de la lectura (oral, silenciosa), entre otros aspectos. De allí que la lectura debe ser parte de la cotidianidad de quien se forma para docente y  obliga a valorar en su justa dimensión las diversas tareas académicas (en las distintas asignaturas) vinculadas al ejercicio de la lectura (es decir:  todas). Si las asignaturas (sus docentes, los planes y programas, las intrucciones u orientaciones de trabajo) no explicitan las intencionalidades relacionadas con el desarrollo y fortalecimiento de la competencia lectora del docente en formación, nosotros mismos debemos hacerlo. De esa forma, podremos estructurar referentes teóricos más claros, y nuestras actuaciones (que siempre responden a teorías explícitas o implícitas) adquirirán más sentido y pertinencia. ¡Paro aquí!
  Comparto este enlace: formación y lectura para que reflexionemos y nos evaluemos en aspectos como:
  • nuestro rol como lectores (¿qué leemos? ¿cuánto leemos? ¿por qué y para qué? ¿cómo impulsamos nuestra actividad lectora?)
  • habilidades, destrezas lectoras (lo metacognitivo y los niveles de autoconsciencia acerca de cómo leo)
     Cierro con unos versitos (Uds. conocen al poeta: identifíquenlo y escriban un comentario breve sobre el autor)

Leer, leer, leer, vivir la vida
que otros soñaron.
Leer, leer, leer, el alma olvida
las cosas que pasaron.
Se quedan las que quedan, las ficciones,
las flores de la pluma,
las solas, las humanas creaciones,
el poso de la espuma.
Leer, leer, leer; ¿seré lectura
mañana también yo?
¿Seré mi creador, mi criatura,
seré lo que pasó?
¡Feliz fin de semana de lectura!

Imagen: http://ucvnoticias.ucv.ve/wp-content/uploads/2012/11/Leer-es-un-placer.png